El objetivo de la intermodalidad en los transportes va más allá de la utilización de varios medios para transportar mercancías.
El transporte junto con la logística tienden a mejorar la competitividad año tras año.
Las constantes mejoras y planes en las infraestructuras como el corredor del mediterráneo por ejemplo, permitirán en un futuro una mejor y rentable utilización del sistema de transporte, mejorando la competencia, reduciendo costes.
Pero tengamos en cuenta que hacer un transbordo de una mercancía de un medio a otro, supone muchos factores a tener en cuenta. Factores que se pueden traducir en inconvenientes. Por ejemplo:
- Tenemos que el cambio de modalidad de trayecto se traduce en un incremento del importe del transporte fiables;
- que el trayecto, por lo tanto, sufra retrasos y plazos menos fiables;
- al tener que depender de tantos intermediarios, la calidad del servicio va menguando por momentos;
- según el transporte utilizado en el trayecto, tendremos restricciones de mercancía, es decir en cuanto a tamaños, pesos, fragilidad y demás características.
Por supuesto no debemos olvidar que nuestra mercancía va a pasar por muchas manos distintas entonces el factor daños de la carga se dispara. Y por último, y no por ello menos importante, decir que la intermodalidad presenta graves problemas a nivel administrativo, procedimientos más complejos que se traducen en más caros.
Por lo tanto, la carencia en las infraestructuras actuales no facilita la intermodalidad, tanto la falta de dichas infraestructuras así como las diferentes señalizaciones, no uniformidad en documentaciones, reglamentación... reducen la utilización de este sistema.
Después de lo hablado, cabe concluir que el sistema de intermodalidad es un modo al que le faltan muchas mejoras en los aspectos ya mencionados para que resulte un modo de transporte competente al 100%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario